Mary Carol O'Brien

Lista de hermanas fallecidas

Fallecida el 29/03/2011

Hna Mary Carol smsm
(Anne Mary O´Brien)
Agosto 27 de 1923-Marzo 29 de 2011.

Ann Mary O´Brien nació en Nueva York el 27 de agosto de 1923. Una de los 9 hijos de Margaret Rafferty y Thomas O´Brien quienes inmigraron de Irlanda hacia Nueva York. Sin duda, ella crecía hacia adelante en una familia numerosa que la preparó para la vida en comunidad; la exposición a la mezcla multicultural de la ciudad de Nueva York le dio un conocimiento más amplio del mundo y una identidad católica muy fuerte de los inmigrantes Irlandés-Americanos y fomentó en ella la llamada para ser una Hermana Misionera Marista.

Anne ingresó a la Congregación de las Hermanas Misioneras Maristas en febrero de 1946 y tomó más adelante el nombre de María Carol. Hizo sus primeros votos el 15 de agosto 1948, y algunos meses después comenzó a prepararse para una carrera de enseñanza en la universidad de San José en Portland, Maine.

Ella se fue para Samoa en la víspera de Navidad 1950 y comenzó a enseñar en Savalalo un mes después. Además de los años en que enseñó en muchas escuelas de la misión de ambos Samoa, fue llamada también a ser superiora de la comunidad local. En los años 70, cuidó también las Hermanas Mayores en Moamoa, Leone y Falefa, y dio el servicio de consejera regional.

En Samoa, ella fue querida y apreciada por su manera tan sencilla y tan simple de ser, para su hospitalidad graciosa. Al oír la noticia de su muerte, Hna Makalita Meni, ahora misionera en Tanzania, escribió: “yo llevo conmigo los valores que la Hna Carol me demostró cuando era yo postulante. Ella tenía un gran espíritu de acogida o bienvenida a la gente en el convento. Ella era siempre lista para acoger la gente con una sonrisa. También la vi como gran mujer de oración. Ella debe sufrido el calor pero nunca se quejó. Yo estaba siempre cerca de ella debido al calor y el problema de corazón. Ella tenía un regalo muy especial de escucha con comprensión y respeto. También he aprendido de ella como respetar otras culturas, costumbres y valores.”

Hna Mary Carol regresó brevemente a los Estados Unidos para su segundo noviciado en 1964. Finalmente en 1981, pronto le pidieron de ser coordinadora en la comunidad de Winchester y más adelante sirvió en la comunidad en Lexington(cuál era entonces nuestra casa de acogida para las hermanas que visitaban o las que están en transición de misión). Estaba muy feliz de participar a una larga renovación espiritual en Dover, Massachusetts de Septiembre 1984 a Abril 1985.

En Septiembre de 1985, fue enviada para una nueva misión en un área rural de Georgia meridional, en los Estados Unidos. Le dijeron que ella necesitaba conducir un carro para esta nueva misión. Estaba muy determinada para aprender a manejar y consiguió su licencia de conducir. Estaba muy feliz porque había pocos carros y pocas luces en esos caminos llenos de polvo. Ella y Hna M. Stephen sirvieron con alegría 4 parroquias católicas alrededor de Valdosta, enseñando religión, visitando los enfermos y haciendo mucho del cuidado pastoral.

En 1993, cuando nuestra misión en Georgia fue cerrada, Hna M.Carol volvión a Massachusetts y los años que siguieron se alternó entre dar servicio en Waltham e ir abajo a Neuva Jersey a ayudar a dos de sus hermanas que eran muy enfermas. Ella era una de un grupo que fue a vivir en los apartamentos del St María en Waltham en 2001, pero regresó a la comunidad en la calle de Newton nº62 en 2005 cuando ella empezó a enfermarse.

Mientras su salud le permitía, salía a visitar la gente necesitada con la ayuda de la Hna Sylvia en la clínica de reposo de Maristhill. Finalmente la internaron en Maristhill mismo en febrero de 2010 y falleció allí pacíficamente en la mañana del 29 de marzo de 2011.

Un buen número de los miembros de su familia, incluyendo su cuñada y varios sobrinos y sus familiares, vinieron al velorio y al entierro que se llevó a cabo el 4 de abril en Newton Street. Durante la misa, Hna Judith Sheridan, nuestra Provincial dijo: “La cruz y el sufrimiento eran compañeros cercanos de la Hna M.Carol, especialmente en algunos años atrás en que su memoria empezó a fallar. No podemos comenzar a imaginar cual muy difícil vivir esto. Pero ella mantuvo su sonrisa ingenua llevando su cruz. Su Simon de Cyreneo era la Hna M. Sylvia que caminó siempre a su lado. En el salmo 30 leímos: “El Señor escuchó y tenía compasión, el Señor vino a mi ayuda. Para usted han cambiado mi luto en alegría. Mi alma le canta sin cesar los salmos o Dios mio, le agradecerá para siempre.”

Todos nosotros que han conocido Hna Mary Carol, nos sentimos muy agradecidos por su presencia apacible y alegre en nuestras vidas, y son confiamos que ahora está gozando de la plenitud de la felicidad en el amor de Jesús y María y todos los que la han presidido antes. Puede ella descansar en paz.

Hna Virginia Fornasa smsm